Hace cerca de un mes en una entrevista me hicieron esa ¿Quién es Daniel Sánchez?, para ese momento no dude en responder con una lista básica de mis actividades y premisas importantes, haciendo gala de aquellas características que podrían causar una mejor impresión. Pero acaso soy el mismo de ayer, de hace un año o tal vez seguiré siendo el mismo mañana.
"La verdad" es que aunque en esencia, como solía decir una buena amiga, siempre seremos iguales, pero de ser esto cierto nos negamos la posibilidad de cambiar, reflexionar, equivocarnos, aprender y eventualmente, según nuestro propio juicio mejorar.
Al menos desde mi puesto, puedo decir que he cambiado, ya que, pese a considerarme como alguien optimista, en los últimos tiempos la esperanza, la fortaleza y la fe, eran palabras que poco a poco se fueron agostando de mi vocabulario, y cada ves me suponía un mayor esfuerzo mantener una actitud cordial y tolerante con las diferencias de los demás, implicando que me enfrentaba a perder mi felicidad.
Pero no la esa felicidad como la definen los cuentos y las películas, si no esa, que es por decisión y aprendizaje, mas allá de las dificultades. Me volvía un malgeniado, tal vez por la situación país o por aquellas insatisfacciones personales no resueltas, o por cualquier otro motivo igual de valido, de tal forma que la opción de marcharme tan lejos como fuese posible, dejo de ser una de tantas para pasar a ser la única.
Ya decidido a irme, los planes no lograban dar los frutos deseados y es en este punto doy gracias a Dios, por que una vez que la rabia hace efecto sobre tus decisiones ya no lo buscas, y es donde Él aparece, ya sea en la voz de un desconocido, de familiar ateo, te llaman a la reflexión y ha pensar en lo que se esta por hacer.
Es allí donde la respuesta a ese auto examen esta en volverse a lo conocido, en mi caso, es la oración. Nada fácil, cabe destacar, cuando se esta enojado. Así que confiando y esforzándome, decidí esperar y no pasó mucho tiempo hasta que mis suplicas fueron respondidas.
Por lo que un lapso no mayor de seis meses he sido un optimista empedernido, un amargado y de nuevo optimista, no se que quien seré mañana o dentro de un año, lo que espero es que pueda ser una mejor versión de quien soy hoy.