No es una nueva interpretación de la obra de Lewis Caroll de 1871 A través del Espejo. Es un hecho tan real como todo aquello que nos ocurre.
Ocurrió hace poco tiempo, relativamente, serían cerca de las 3 de la mañana, algo pasaba que perdí el sueño, ya no recuerdo que era, solo sé que en el palacio no había luz y debía bajar, así, que tome una vela la encendí y bajé al salón.
Mientras caminaba al salón, me intrigaban las siluetas y movimientos de las cosas al ser alumbrados con el fuego en mis manos.
Al fin llegue, una vez dentro, fue imposible no maravillarme por la inmensidad del recinto, con una bóveda central enorme, decorada con vitrales que reflejaban la luz de la luna, todo un espectáculo visual en penumbras, de día ha de ser una maravilla diferente, pensé.
Con tanto asombro ya no recordaba, que no había luz, cuando el estruendo salio de la nada, como una fiera al ataque, la piedra de los muros de tambaleó, la cúpula de cristales colapsó sobre mí. Todo destruido en segundos, un gran ruido, una nube de tierra y luego el silencio.
Seguramente he muerto, no hay manera de sobrevivir a una lluvia de vidrios y roca. Mientras reflexionaba sobre mi estado, comprendí que seguía con vida.
Abrí los ojos y hasta tuve espacio para levantarme, pero ya no estaba en el gran salón, tampoco en el castillo, es mas, creo que tampoco en esta dimensión.
No había nada de nada, sin luz, oscuridad, arriba o abajo, simplemente nada. Yo estaba solo.
De pronto empezaron a aparecer ventanas por doquier, de todas formas y tamaños, con vistas peculiares, pero comunes, del otro lado de cada ventana había alguien. Y no fue hasta que vi a Regina preguntar "¿Quién es la bonita de reino?" que entendí que estaba dentro de los espejos. De alguna forma al romperse sobre mi llegue aquí.
Ahora bien, si por donde entre ya no existe, debo de buscar un nuevo espejo para salir.
Andando, conseguí espejos que miran al cielo y sus profundidades, otros mostraban el cariño y el cuidado. había quienes se miraban al espejo para esconderse tras el maquillaje.
Cientos recorridos pero ninguno era el mio, ya empezaba a aburrirme de ver vidas ajenas. Cuando una llamo mi atención. Un joven atrapado en un calabozo, dando se por vencido, lo escuchaba decir las veces que supero obstáculos mayores y ahora ya era el fin, de seguir así su vida entera seria la cárcel, sentí, pena por él, pero continué, no podía hacer nada.
En otro espejo cercano se narraba una historia similar pero con distinto final. Era otro joven, pero había salido y ahora se enseñoreaba sobre su mundo, una extensión de tierra rica en recursos, con retos mayores, cada uno las veía como una nueva oportunidad de mejorar.
-¿Como lo has hecho?- grité.
Para mi sorpresa, me escuchó, se acercó y me dijo -en cada celda de encuentra escondida la llave para ser libre, solo hay que buscarla y empoderar ce de todo lo que ya es nuestro-.
Había una esperanza para el primer joven, debía buscarlo y decirle.
Volví a él, a contarle lo inmenso del mundo fuera del cautiverio, que allí con el estaba la salida. Antes de tan siquiera emitir alguna palabra, comprendí que el primer joven era yo, ese era el espejo que buscaba.
Ya podía salir de este limbo, para integrarme al cautiverio, con la diferencia que ya me había visto en un espejo diferente, ya no mas en el de la derrota, ahora entendía que existe algo más, pude ver en el éxito ajeno un reflejo de esperanza.
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Ahora, mis días de encierro están contados, y me preparo para disfrutar de la inmensidad.
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