Durante décadas, por ser modesto con el tiempo, las mujeres han luchado por tener iguales derechos laborales, civiles y políticos, hoy el concepto de igualdad se extiende a escenas donde mas allá de lo jocoso, representa un peligro a la familia.
Es que una cosa son los derechos, las preferencias sexuales y otra son lo roles y su la importancia en sociedad, no solo somos diferentes por si tenemos un pene y ellas una vagina, nuestra mente funciona diferente, los cuerpos tienen desarrollos diferentes, es por ello que las organizaciones buscan un equilibrio, donde cada quien pueda aportar y complementar.
Decir que hombres y mujeres somos iguales en lo que aportamos, es igual a decir que de 100 personas que conforman la fuerza laborar de una empresa, los 100 sean hombres, dado que se puede decir que 50 de ellos se pueden contar como hombres.
Parte de las luchas de protección a la familia y de la educación basada en valores de caballerosidad, se han basado en el cuidado a las mujeres, por considerarlas "vulnerables", entre comillas (porque quien ha tenido una madre como mía, sabrá la fuerza, determinación, coraje, que me impiden decir que las mujeres son débiles)
Entonces si somo iguales, deberemos evolucionar y eliminar por completo la caballerosidad, si son iguales, sin mujeres no hay damas. Recordemos que por mas luchadora que sea una madre jamas reemplazara a un padre, y por mas abnegado que sea un hombre sera imposible suplir a la madre.
Hombres, afrontemos las responsabilidades que nos corresponde.
Mujeres, no abandones tus espacios.
No es sexo o con quien te acuestes es cumplir con lo que nos toca.
La reflexión no es en contra del movimiento LGTB, es que hay sus espacios para todo, basados en el respeto y comprensión.
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