Quiero que sepas, que en ti conseguí el primer ejemplo de dignidad, lucha, fortaleza, cuando ante el temor y las dificultades has conseguido mantenerte firme, no se como le haces, ha de ser Dios contigo, pero no te rindes, si un dolor te abruma, verte llorar, secarte las lagrimas y levantarte con ahínco, es como si todo pasara a la vez.
No dudo que los obstáculos no dejaran marcas en ti, pero verte es ver a una mujer fuerte, regia como piedra por fuera, y a su ves un mar de ternuras con olor a jazmín, sin dejar de ser una niña traviesa a quien se debe cuidar.
Se que difícilmente leerás estas lineas, y más difícil para mi decirte las en persona, es que el solo hecho de pensar en hacerlo y ya estoy llorando, recuerda los hombre no lloramos, no por que no podamos, es que no nos luce.
Mamá, ten la certeza que haré todo cuanto pueda para cuidarte, no con la intención de pagar lo que has hecho por mi, no podría hacerlo ni con 10 vidas mas. Simplemente es que si algo te he aprendido es que cuidar y amar son sinónimos.
Doy gracias a Dios por tu vida, por estar allí, porque aunque hay momentos en los que quiero rendirme, abandonar todo, concentrarme solo en aquellas cosas que entristecen y las timan el alma. Recuerdo que debo ser fuerte para que sigas fuerte.
Madre, para mi eres la mejor, única e irrepetible, aun así, al verte logró reconocer que nuestro Señor es bondadoso por que ha dotado a muchas con esos dones, con esa capacidad infinita de amor y cuidado,
Que Dios bendiga a las madres, en su día y todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario