Se nos acaba el tiempo

Mamá acaba de morir... Así, sin más fueron las palabras de una de las peores llamadas que he recibido.
Hoy lo cuento y sigo sin poderlo creer, el dolor me desgarra el alma. Temprano ese día como todos los días, ella se levantaba nos preparaba a mi hermano y a mi el desayuno y se despedía de nosotros echándonos la bendición, hermosa tradición cargada de fe, tan típica de los hogares venezolaonos.

Pero se terminó el tiempo, hasta ese día brillo su luz, ahora solo me quedan sus enseñanzas y los momentos vividos.

Doy gracias a Dios que mi madre aún vive, está a mi lado mientras escribo, pero tras haber sobrevivido a la perdida de familiares, el destierro de mí patria y sentido que soy yo quien una vez ya no estuvo, no puedo evitar sentirme afligido al pensar que el momento de tan temida despida algún día llegará, pero más allá de todo, me preguntó que puedo hacer.

Tiempo que todo lo cura, malvado que avanza inclemente y con prisa. El mismo tiempo que tenemos todos, hasta que se agota, si haga lo que haga, sin distingos del credo, raza o dinero, cuando se termina, se termina.
Entonces no hay nada más que hacer, o si, tal vez podemos aprovecharlo, vivir sin acumular pendientes, mantener el peso ligero soltando rencores, es cierto que mientras más se quiere más duelen los golpes, pero no hay nada productivo en en el orgullo, el daño no es para la otra persona, es para nosotros mismos, *perdona*, suelta esa carga.

*Ama*, ama, y vuelve a amar, no amar o medir el amor limitarnos a ser felices nosotros y a los demás. Aprovecha el día en la mañana, dale amor a quien amas, si no lo recibes de vuelta al primer intento, dale más amor, persiste, a la final nadie es invulnerable a la constancia, aún la piedra más dura es tallada por el viento o las aguas más sutiles.

*Agradece*, una actitud de agradecimiento es producto del pensar. Pensar en las cosas buenas que tenemos, por ejemplo por ahora el tiempo.
Si las situaciones no son favorables, entender que son lecciones que aprender y aún en el peor de los momentos siempre hay algo que agradecer. Vamos piensa.

Si me has permitido hablarte hasta aquí, pregúntate, qué harás cuando se acabe el tiempo, tu tiempo o el de quienes amas.
Has dado amor? Te has permitido recibirlo o te has cerrado?
Guardas algún rencor?
Ya diste gracias hoy por el milagro de despertar?

Gracias por tu tiempo y dejarme expresarme, te deseo el mejor de los días. Que Dios te bendiga.

Atte.
Daniel Sánchez
Lima, 30/07/2019

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